21 gramos es el peso del alma y, también, el título elegido por Carlos Goñi para su nuevo trabajo, el "más introspectivo y menos continuista" de Revólver, en el que el cantante sigue fiel a la consigna de ser honesto con uno mismo pues "Soy muy egoísta, jamás he hecho un disco pensando en el público".
Dicen que en el preciso momento de la muerte perdemos 21 gramos, el peso del alma, y esta conclusión, extraída de un experimento efectuado en 1907, es la que ha servido a Carlos Goñi para condensar en dos palabras el significado de un disco que sale a la venta el próximo martes y en el que, alejándose de su línea habitual, "no hay guiones o historias de personajes, sino reflexiones y estados de ánimo".
"Es un trabajo en el que las letras brotan del alma", ha explicado el artista, que a pesar de haber visto la película 21 gramos, de Alejandro González Iñárritu, cita como inspiración otro éxito cinematográfico,Lugares comunes, dirigida por el argentino Adolfo Aristarain. Goñi recuerda el momento en el que el actor Federico Luppi advierte a sus alumnos sobre las piedras que abundan en el camino del saber. "El conocimiento provoca mucha tristeza", asegura Goñi, que se considera una persona melancólica pero no triste, y lleva toda su vida recurriendo a la música como forma de catarsis.
De esta concepción de la música brotan algunos de los once temas que componen el disco,canciones duras y crudas como El canal o Cuando todo va bien, en las que Revólver retoma sus letras comprometidas desde una posición más calmada y reflexiva que la adoptada en anteriores trabajos. La razón de este cambio se esconde en el tema A contratiempo, un especie de disculpa porque, como Goñi reconoce, "en mis últimos discos he gritado demasiado, y no es necesario gritar tanto para decir verdades".
El cantante, que lleva más de dos décadas en la música y cuenta con una docena de discos a sus espaldas, considera este trabajo como el "más gratificante" de cuantos ha hecho. "Me fui a vivir al estudio de grabación, donde trabajé 12 ó 14 horas diarias durante ocho meses", subraya Goñi, que además de componer todos los temas, produce el disco y toca la mayoría de los instrumentos.
"Es un trabajo de orfebrería en el que las letras son diferentes, la producción es diferente y los ritmos y las armonías no tienen nada que ver con lo que había hecho hasta el momento", explica el músico, que coquetea con los ritmos latinos sin abandonar la esencia rockcaracterística de Revólver.
Junto a las reconocibles guitarras, 21 gramos esconde aires de bolero, notas de acordeón y, sobre todo, ecos de la música fronteriza entre México y Estados Unidos de la que Goñi se confiesa seguidor. "Adoro el castellano y, por primera vez, he decidido introducir ritmos nuevos y aplicar una producción menos anglosajona y más americana", apunta.
[Letra] Revolver - Tiempo Pequeño
Yo sólo quiero
Un tiempo pequeño
Es tirarlo como un chicle
Y convertirlo en eterno.
O mejor coger tu vida
Y grabarlo en mil momentos
Y llenarme los bolsillos
De tus secretos y miedos.
Lo cierto es que lo quiero
Es llevarme a todas partes
Todo lo que no conozco
Y que revuela en tus sesos.
Rebosarme en tus recuerdos
Antes de ser parte de ellos
Transformarte transparente
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
No fabricarme fantasmas
Cuando me brinden silencios
Ni convertir en delirios
Todo aquello que no entiendo.
Tal como pasan los años
Más dura respiro
No se supone que el tiempo
Y la malicia es lo mismo.
Es que no tengo remedio
Da igual si te veo
Tu ausencia me asusta
Y si estás, tengo miedo.
Qué hacer con mi vida
Si estoy hasta el cuello
Quiero dormirme tranquilo
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
Y no morirme de celos
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