Los viajeros que lleguen a la madrileña estación de Atocha se encontrarán a partir de hoy en la zona de llegada de los trenes AVE con dos esculturas del pintor y escultor Antonio López, bajo el título de Día y Noche.
Este complejo escultórico, un proyecto que arrancó en el año 2002 impulsado por el Ministerio de Fomento y Renfe con motivo de la modernización y remodelación de la estación, retrata la cabeza de una de las nietas del artista con unos meses de edad, una temática que resulta muy simbólica y expresiva.
En 'Día', la niña dirige a los espectadores una mirada atenta y despierta, mientras que en 'Noche', la imagen de su nieta aparece con los ojos cerrados durmiendo plácidamente.
Ambas esculturas están trabajadas en unidad, tal y como explicó el escultor: "Juntas, del mismo tamaño de la misma niña, y de la misma edad, me sugerían el paso del tiempo, el día y la noche".
Las esculturas, realizadas en bronce, son de una proporción totalmente monumental de tres metros, que supera la escala del viajero que contemple las piezas. Antonio López optó porque se ubicaran en la zona de llegadas del AVE por considerar que este espacio iba a servir de contraste: un lugar que se supone inhóspito y frío sorprende con el contraste de la presencia de las obras.
No van a pasar desapercibidas
Esta idea entusiasmó tanto al Ministerio como a Renfe, ya que era un emplazamiento donde nunca iban a pasar desapercibidas, y contaría asimismo con flujo constante de viajeros. Día y Noche se convierte en la primera obra escultórica de carácter monumental de Antonio López instalada en un espacio público.
Este complejo escultórico, un proyecto que arrancó en el año 2002 impulsado por el Ministerio de Fomento y Renfe con motivo de la modernización y remodelación de la estación, retrata la cabeza de una de las nietas del artista con unos meses de edad, una temática que resulta muy simbólica y expresiva.
En 'Día', la niña dirige a los espectadores una mirada atenta y despierta, mientras que en 'Noche', la imagen de su nieta aparece con los ojos cerrados durmiendo plácidamente.
Ambas esculturas están trabajadas en unidad, tal y como explicó el escultor: "Juntas, del mismo tamaño de la misma niña, y de la misma edad, me sugerían el paso del tiempo, el día y la noche".
Las esculturas, realizadas en bronce, son de una proporción totalmente monumental de tres metros, que supera la escala del viajero que contemple las piezas. Antonio López optó porque se ubicaran en la zona de llegadas del AVE por considerar que este espacio iba a servir de contraste: un lugar que se supone inhóspito y frío sorprende con el contraste de la presencia de las obras.
No van a pasar desapercibidas
Esta idea entusiasmó tanto al Ministerio como a Renfe, ya que era un emplazamiento donde nunca iban a pasar desapercibidas, y contaría asimismo con flujo constante de viajeros. Día y Noche se convierte en la primera obra escultórica de carácter monumental de Antonio López instalada en un espacio público.
2 comentarios:
Ah pero que bonito, ya sé yo en que fijarme si viajo en el Ave alguna vez. Besos.
Son preciosas verdad?
Gracias Wait por tu gran sensibilidad. Besitos
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